1. Cuidados externalizados
Una de las carencias que dificultan la vida en los pueblos es la ausencia de negocios que se dediquen a los cuidados externalizados.
Estamos hablando de guarderías, ludotecas, centros de día para personas mayores, residencias, atención a personas dependientes, etc.
En anteriores ocasiones hemos comentado que la labor de los cuidados, sin el apoyo fuera de casa, puede dificultar la vida en los pueblos, tanto de las personas jóvenes como de las más mayores.
Los pueblos necesitan empresas sociales o de triple impacto que se dediquen a esta ocupación, poniendo a disposición de los habitantes del rural profesionales que puedan ayudarles día a día.
El enfoque social de estos negocios será una pieza clave y diferenciadora: se trata de ofrecer un servicio esmerado, que vele por la calidad de vida de las personas y sea respetuoso con ellas, con quienes trabajan y con el medio rural.
2. Soluciones para el problema de la vivienda
Los problemas de acceso a la vivienda no afectan solo a las ciudades.
El rural tiene escasez de viviendas también, porque muchas de ellas requieren grandes inversiones para ser habitables.
En otros casos se trata de edificios o casas de cuyos dueños se ha perdido la pista tras una sucesión de herencias o, en muchas ocasiones, de casas familiares de las que cuesta desprenderse por desacuerdos en el proceso hereditario o por motivos personales.
El rural necesita negocios que se dediquen a poner viviendas a disposición de quien las necesite, pero alejados de la especulación.
Fíjate, por ejemplo, en lo que hace Re-Viviendo, una pequeña empresa que conoce bien los problemas de vivienda en las zonas rurales.
En el rural la confianza es fundamental a la hora de poner en el mercado una vivienda, ya sea para venta o alquiler. Por eso ponen en contacto a personas que tienen una vivienda en un pueblo, con aquellas que la necesitan.
Utilizan fórmulas como la mediación intrafamiliar para solventar desacuerdos y generan un clima de confianza entre antiguos y nuevos propietarios. Todo eso aderezado con respeto por el medio rural, la sostenibilidad y el medio ambiente.
3. Empresas multiservicios de reparaciones
En relación a la vivienda encontramos una idea de negocio en las empresas que lleven a cabo pequeños arreglos en zonas rurales.
Muchas de las viviendas rurales necesitan renovaciones o reparaciones que no pueden hacer sus propietarios. Sin embargo, cuando las empresas de reparaciones tienen que desplazarse desde las ciudades, se incrementa el coste o, directamente, se descarta la posibilidad de realizar ese trabajo porque “no compensa”.
Una empresa que pudiera atender cierto radio de kilómetros y dar servicio a una comarca con aldeas dispersas ayudaría al mantenimiento de las viviendas en el rural mejorando la calidad de vida de sus habitantes.
4. Gestorías para negocios en el rural
De acuerdo: te planteas poner en marcha un negocio en el pueblo, uno de los que te sugerimos u otro que tengas en mente. Pero, ¿qué pasa con todo el papeleo?
Altas, nóminas, bajas, cuentas, facturas, impuestos…
Tener cerca una gestoría que pueda encargarse de estos trámites, sin tener que recurrir a otras situadas en la ciudad, ayuda a mejorar la calidad de vida de quien emprende en el pueblo.
Por otra parte, muchas familias dedicadas a la agricultura y a la ganadería dominan su trabajo y todo lo que requiere, pero tienen dificultades para gestionar nuevas normativas, ayudas o herramientas como SITRAN (Sistema Integral de Trazabilidad Animal), en el que los ganaderos deben notificar cada alta o baja de animales, vacunación, etc.
Las gestorías siguen siendo una buena idea de negocio en el rural, también aquellas especializadas en el sector primario.
5. Relevo generacional en negocios y establecimientos que cierran
El relevo en el sector agroganadero es uno de los problemas a los que se enfrentan las empresas familiares rurales. Sin embargo, también afecta a otros establecimientos.
En ocasiones, los pueblos solo cuentan con una tienda de comestibles, o un bar, que tiene que cerrar cuando sus dueños se jubilan si no hay posibilidad de traspasar el negocio.
Se trata de oportunidades que pueden seguir siendo sustento de una familia, y que proveen de servicios básicos o lugares de encuentro a una comunidad rural.