Las poblaciones rurales tienen algunos desafíos y complicaciones respecto a las ciudades. La más tecnológica, poder contar con una conexión a Internet de una mínima calidad. A menudo son zonas en las que las grandes telecos no quieren invertir en infraestructura por temor a no hacerlas rentables, y las únicas alternativas son conexiones de datos móviles que no sirven para el uso residencial, o Internet satelital mucho más caro y lento, sobre todo en latencia, que la fibra.
El nordeste de Segovia, compuesto por municipios como Cerezo de Abajo, Castroserracín o Navares de las Cuevas, era una de esas áreas con un agujero para la conectividad. Hasta que llegó Nordesnet, que recibe el nombre de la región segoviana que cubre y a la cual provee de una conexión de 1 Gbps. Simétrico. En pueblos de menos de cincuenta habitantes. El camino para lograrlo no fue sencillo. Esta es la segunda historia de "En busca de la HONORabilidad".
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