Vecinos de Vellosillo, Sepúlveda, en una hacendera para mantener la fuente del pueblo (año 2016)
Segovia enfrenta una crisis creciente en la disponibilidad de agua dulce, agravada por el cambio climático, infraestructuras obsoletas y contaminación. Esta situación afecta especialmente a los núcleos agregados de Sepúlveda y otros municipios de la provincia, donde problemas de abastecimiento y calidad del agua han sido destacados en los medios de comunicación. Este resumen analiza las causas, casos específicos, recomendaciones y la posible evolución de la crisis en las próximas décadas.
Impacto del cambio climático
El cambio climático está transformando los patrones hidrológicos en Segovia, una región con un clima continental y alta dependencia de embalses y acuíferos. Según datos recientes, las precipitaciones en España han disminuido un 25% en los últimos 50 años, y el suministro de agua dulce se ha reducido un 20% en las últimas dos décadas. En Segovia, esto se manifiesta en:
- Sequías prolongadas: La disminución de lluvias y el aumento de temperaturas incrementan la evaporación, reduciendo el caudal de ríos como el Eresma y el volumen de embalses como el Pontón Alto, clave para el abastecimiento urbano.
- Deshielo reducido: La Sierra de Guadarrama, fuente vital de agua, registra menos acumulación de nieve, afectando la recarga de acuíferos y ríos en meses cálidos.
- Estrés hídrico: La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) indica que el 20% del territorio europeo, incluida España, sufre escasez de agua, un problema que se intensifica en Castilla y León, donde Segovia es especialmente vulnerable.
Problemas de infraestructuras de distribución y reutilización
Las infraestructuras hídricas en Segovia presentan deficiencias críticas, especialmente en los núcleos agregados de Sepúlveda y otros municipios rurales:
- Redes obsoletas: La red de abastecimiento en Sepúlveda, que distribuye agua a núcleos como Vellosillo, Perorrubio, Tanarro y Duratón, es antigua (data de 1971) y sufre averías frecuentes, causando cortes de agua que pueden durar hasta nueve días consecutivos. El coste de renovación, estimado en 4-5 millones de euros, es inasumible para el Ayuntamiento de Sepúlveda y la Comunidad de Villa y Tierra, y la Junta de Castilla y León no ha priorizado la inversión.
- Baja reutilización: España reutiliza solo el 8.1% del agua depurada, principalmente para agricultura. En Segovia, la falta de plantas de tratamiento avanzadas limita la reutilización, a diferencia de regiones como Cataluña, donde se renaturaliza el agua depurada.
- Gestión fragmentada: La falta de coordinación entre ayuntamientos, Diputación, la Confederación Hidrográfica del Duero y la Junta de Castilla y León retrasa soluciones estructurales. Solo el 30% de las inversiones previstas en infraestructuras hídricas en España se han ejecutado en la última década.
Problemas de contaminación
La contaminación de los recursos hídricos es un problema grave en Segovia, con casos específicos reportados en los medios:
- Contaminación por nitratos: En municipios como Lastras de Cuéllar y Fuentecantos, los acuíferos están contaminados por nitratos de origen agrícola, lo que impide su uso para consumo humano y obliga a recurrir a camiones cisterna. En Ochando (Santa María la Real de Nieva), el pozo local presenta niveles elevados de nitratos desde 2016, forzando al ayuntamiento a suministrar agua embotellada a 0,20€ por 5 litros.
- Contaminación agrícola e industrial: El uso intensivo de fertilizantes y pesticidas, junto con vertidos industriales, afecta ríos como el Cega y el Eresma. Más del 70% de las aguas europeas están en mal estado debido a la contaminación, según la AEMA.
- Impacto del cambio climático: La menor disponibilidad de agua reduce la capacidad de diluir contaminantes, aumentando su concentración en cuerpos de agua.
Casos problemáticos en los medios de comunicación
Los siguientes casos de problemas de agua dulce en Segovia han sido reportados recientemente:
- Núcleos agregados de Sepúlveda (Vellosillo, Perorrubio, Tanarro, Duratón): Desde 2016, los vecinos de estos núcleos han denunciado cortes de agua continuos, algunos de hasta cuatro días y hasta 50 días acumulados entre cortes y declaraciones de agua no apta para el consumo. Esto es debido a una red de abastecimiento obsoleta que depende de un acuífero en Arcones. En julio de 2025, una avería dejó sin agua a 200 vecinos durante más de una semana, forzándolos a llenar garrafas en manantiales para usos básicos como higiene y riego. El Ayuntamiento de Sepúlveda ha recurrido a agua embotellada como solución temporal, pero la falta de financiación para renovar la red persiste.
- Ochando (Santa María la Real de Nieva): Desde 2016, el pozo de Ochando está contaminado por nitratos debido a la actividad ganadera intensiva, y el agua del grifo no es apta para consumo. Los vecinos dependen de agua embotellada y una fuente filtrada instalada como medida provisional, pero exigen una solución definitiva.
- Lastras de Cuéllar y Fuentecantos: Estos municipios enfrentan contaminación por nitratos en sus acuíferos, lo que ha llevado a restricciones en el consumo de agua y dependencia de camiones cisterna, un problema recurrente en la provincia. Lastras de Cuéllar protagonizó una revuelta ciudadana que fue información destacada en los medios de comunicación que la denominaron como La revuelta de Lastras de Cuéllar.
- Provincia de Segovia (general): Un informe de 2023 destacó que 161 municipios españoles, algunos en Segovia, han consumido agua contaminada por pesticidas sin saberlo, debido a la mala gestión de la red hídrica. En el nordeste segoviano, la falta de confianza en la calidad del agua y la demora en los análisis (resultados de febrero conocidos en junio) han erosionado la credibilidad de las administraciones.
A pesar de la dura realidad que están viviendo los segovianos y los residentes ocasionales de la provincia, las administraciones públicas han "cantado victoria" en numerosas ocasiones abrumados por la vergüenza que deben de sentir por una gestión tan ineficaz que se hace visible cada día con mayor virulencia. Podemos comentar, por ejemplo, como la Junta de Castilla y León difundió un comunicado de prensa en 2019 sobre El final de los problemas del agua potable en Segovia.
Para abordar la crisis del agua dulce en Segovia, se proponen las siguientes medidas:
- Modernización de infraestructuras: Renovar urgentemente la red de abastecimiento en Sepúlveda y otros municipios rurales, priorizando las pequeñas poblaciones con cortes frecuentes en riesgo cierto de desaparición. La Junta de Castilla y León debe incluir los proyectos de renovación en sus presupuestos como inversión prioritaria. Sin agua, no habrá población y los problemas de gestión del territorio se multiplicaran exponencialmente.
- Construir plantas de tratamiento avanzadas para aumentar la reutilización del agua, siguiendo modelos como el de Cataluña.
- Promoción de la reutilización del agua:
- Implementar sistemas de reciclaje para uso agrícola e industrial, reduciendo la presión sobre embalses como el Pontón Alto.
- Fomentar la captación de agua de lluvia en hogares y explotaciones agrícolas.
- Reducción de la contaminación: Regular estrictamente el uso de fertilizantes y pesticidas, promoviendo la agricultura ecológica para proteger acuíferos en zonas como Lastras de Cuéllar y Ochando.
- Establecer un sistema de monitoreo continuo de la calidad del agua, con resultados públicos y accesibles, como sugiere el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre Recursos Hídricos.
- Gestión coordinada: Crear un plan hídrico provincial liderado por la Confederación Hidrográfica del Duero, integrando a ayuntamientos y mancomunidades. Las ayudas de la Junta, como los 2 millones de euros asignados a mancomunidades segovianas en 2025, deben priorizar proyectos hídricos.
- Incorporar tecnologías de digitalización para optimizar el regadío, que consume el 80% del agua en España.
- Concienciación ciudadana: Lanzar campañas locales para promover el ahorro de agua, como el uso de agua de condensación de aires acondicionados o el riego nocturno para reducir la evaporación.
- Recuperar todos los cauces fluviales y humedales de la provincia. Es necesario involucrar a las comunidades en la protección de ecosistemas acuáticos, como los humedales del río Cega o las lagunas de Cantalejo, para mejorar la calidad del agua.
Evolución en los próximos años y décadas
Sin medidas urgentes, la situación del agua dulce en Segovia podría agravarse significativamente:
- A corto plazo (2025-2030): Los cortes de agua en núcleos como Vellosillo, Perorrubio, Tanarro y Duratón podrían intensificarse si no se renueva la red de abastecimiento. La contaminación por nitratos en Ochando y otros municipios seguirá limitando el acceso al agua potable, aumentando la dependencia de soluciones costosas como el agua embotellada. Inversiones iniciales en reutilización y monitoreo podrían estabilizar el suministro en áreas urbanas.
- A medio plazo (2030-2040): La Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, advertía que el sureste español podría tener un 40% menos de agua para 2050, y Segovia enfrentará una reducción similar si no se actúa. La desertificación, que amenaza al 75% del territorio español, podría avanzar en el nordeste segoviano, afectando la agricultura y los ecosistemas.
- A largo plazo (2040-2050): Los modelos climáticos predicen un aumento del estrés hídrico en el sur de Europa, con Segovia en riesgo elevado. La dependencia de fuentes no convencionales, como la desalinización (cuatro veces más costosa que los trasvases), podría ser inevitable si los acuíferos se agotan o permanecen contaminados algo que solo resolverá parcialmente el problema. Es absolutamente necesario comenzar por diseñar y planificar una gestión sostenible y la restauración de ecosistemas que podrían mitigar los impactos, asegurando un suministro más resiliente.
Conclusión
La crisis del agua dulce en Segovia, exacerbada por el cambio climático, infraestructuras obsoletas y contaminación, es especialmente grave en los núcleos agregados de Sepúlveda y municipios como Ochando, Lastras de Cuéllar y Fuentecantos. Los casos reportados en los medios destacan la urgencia de modernizar redes, reducir la contaminación y mejorar la gestión hídrica. Sin acción inmediata, Segovia enfrentará un futuro de escasez severa, con impactos en la agricultura, la salud y la economía. Un enfoque coordinado, con inversiones en infraestructuras, tecnologías de reutilización y participación comunitaria, es crucial para garantizar la sostenibilidad del agua dulce en la región.
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