Tercera idea: Huertas ecológicas en el río Caslilla en Sepúlveda

La vega del río Caslilla, orientada a sur, con fértil tierra de aluvión y protegida por el cañón es uno de los activos del capital natural de Sepúlveda. Los manantiales, como la fuente del Caldero,aportan caudal constante al río, incluso cuando se seca completamente el resto del cauce, y el sistema de acequias y caceras, aseguran el flujo de agua. Tierra fértil, agua y una buena situación contra las inclemencias climatológicas, es una combinación de gran valor.

Aunque parte de las huertas están en explotación y en los últimos años se han incrementado el número de huertas en producción, existen muchas huertas que no están utilizadas desde hace años. 

Las huertas del Caslilla tienen un gran potencial como fuente de producción de alimentos orgánicos, que podrían abastecer de hortalizas, legumbres y verduras a la población residente de Sepúlveda y a sus restaurantes. Se puede organizar un sistema de grupos de consumo o mercado semanal de venta de los productos, que asegure un canal de comercialización sin intermediarios a los horticultores, lo que podría poner este recurso a pleno rendimiento y generar puestos de trabajo. 

Los restaurantes pueden ofrecer productos locales y ecológicos a sus clientes (algunos ya lo están haciendo),  algo cada vez más demandado y valorado por el público de la ciudad, principal cliente del turismo en Sepúlveda. Con el tiempo, la zona de huertas se podría convertir en uno de los reclamos turísticos del pueblo, incluso, ayudar a abrir el mercado internacional con europeos que cada día apuestan más este tipo de desarrollo.

Un pueblo con futuro debe de ser capaz de alimentar a sus vecinos. Desarrollar el sector primario debe ser una de las prioridades en el diseño de una economía sostenible para Sepúlveda.